EL JUBILADO//THE RETIREE

 

A nadie se le escapa, que ser jubilado, no es más que una etapa o como clasificaba Piaget un “estadio” más de nuestra vida. Los que estamos entrando en

la tercera parte de la madurez, guardamos en la retina, las imágenes de las viejas tabernas de pueblo, en las que el jubilado pasaba sus horas muertas sentado en un taburete, ante una vieja mesa de madera, ante la taza de vino.

Su cabeza tocada con la descolorida boina negra, vistiendo un no menos descolorido traje de pana, colgando del bolsillo del chaleco, la cadena dorada que sujetaba su reloj de cuerda.  En la boca una consumida colilla apagada, para seguir saboreando el sabor a tabaco, del cigarro liado con papel especial. Mantenía de este modo los labios semicerrados, para evitar enseñar los amarillentos dientes y las oquedades de los que le faltaban.

Su cara surcada por las arrugas, que dejaban entrever la dura lucha de su vida laboral en el campo, la fábrica o el mar. Ocultaba tras unas lentes los ojos que la mayoría de las veces plasmaban la melancólica tristeza de la viudez temprana u otros avatares de la vida.

Se escondía tras la taza de vino, que de cuando en cuando sujetaba con sus temblorosos dedos torcidos por una incipiente artrosis, amarilleados por la nicotina

y azulados por las gotas de que caían de sus tazas, para volverla a dejar en su lugar, después de haber dado un trago y volver a retomar una vez más la partida de cartas, con las que jugaba al “tute” o a la “brisca”, con otros parroquianos en igual situación y a los que se unía a veces el propio tabernero.

En un gesto nervioso, cuando alguna jugada le salía mal, sacaba su boina, le daba un toque de gracia y la volvía a colocar en su lugar, dejando ver una blanquísima calva, que ya quisieran para sus dientes los mejores actores de moda.

Los sábados y domingos, también las mujeres acudían a esa taberna de pueblo, para jugar con sus amigas al “parchís” o la “oca”, para sinsabor de sus maridos, que se veían controlados y moderaban el número de tazas de vino que tomaban.

La incorporación de la mujer al mundo laboral trajo consigo unos cambios de tipo social y familiar, en esos cambios se vieron involucrados los jubilados, ya que pasaron a ser un punto de apoyo, para los hijos emancipados, sobre todo en el cuidado de los nietos o ayudando con su precaria pensión a que sus hijos, pudieran arrancar en la vida. Su vida, pues se vio condicionada en estas nuevas obligaciones de las cargas familiares.

Pero estos quehaceres extras, en sí, no llegaron para paliar el hueco dejado,
tras una intensa vida laboral. Cuanto más activa era ésta, más brusco resultaba el cambio en el momento de su jubilación. Pronto sus nuevos quehaceres se convirtieron en una rutina, en la que no tenía hueco la creatividad, por lo que, en muchos casos, terminaba en depresión, que a veces ya
comenzaba, al poco tiempo de entrar en su nueva realidad.

Consciente de ello el Consejo de Europa, introdujo en la década de los 60, el concepto de la educación permanente, para jóvenes y adultos, con el fin de crear una nueva sociedad europea, para dar cabida a esta realidad en la edad adulta.

No quedó al margen la UNESCO y llevo a cabo Conferencias Internacionales, encaminados a la búsqueda de la implantación de derechos, sobre la Educación de Adultos. Como la Conferencia de París en 1972, la de Nairobi en 1976 o la de Lisboa en 1997, donde se sentaron las bases de la educación para Adultos.

La creación de las Consejerías de Bienestar Social, trato con sus programas de Educación, Deportes, Cultura y Viajes, llenar los huecos vacíos de estos jubilados, pues sabido es que una persona que disfruta de ocio, aleja o palia males en especial de tipo psíquico, pero también físico en la que más que nunca se contempla el “mens sana in corpore sano”.

En el ámbito militar, esto ya fue abordado por el Gobierno de Estados Unidos, creando la Hermandad de los Soldados Veteranos, su auge e importancia

es tal, que hoy el Día del Veterano de las Fuerzas Armadas, (11 de noviembre, San Martín) está considerado festivo nacional.

Otra forma de burlar la vejez, es la de tomar parte activa, en Asociaciones de Vecinos, Corales u otros estamentos, en los que mantener viva la mente.

Las ciudades, cada vez más, cuidan de llevar a cabo infraestructuras urbanísticas, encaminadas a este bien social, como son pistas o rutas, donde puedan hacer senderismo, popularmente llamadas, “las rutas contra el colesterol”.

Como otras Universidades, la Universidad de Vigo, no quiso quedarse al margen en este tema, y el 23 de junio de 2005, treinta y cinco alumnos mayores de 55 años, recibían como componentes de la primera promoción de graduados sénior, sus correspondientes diplomas acreditativos.

Desde entonces con más o menos afluencia, se sucedieron distintas
promociones, de aquellos, que bien por necesidades laborales, falta de oportunidad etc., no tuvieron la oportunidad de formarse en una Universidad o de hacer en ella asignaturas, que les resultaban interesantes, las pueden retomar en la edad adulta, en facultades en las que tal vez, sus nietos estén también formándose, para empaparse del optimismo, la ilusión y las ganas de vivir, de los chicos y chicas que en ellas se están forjando el futuro, con los que en determinados momentos, también comparten las mismas aulas.

El interés mostrado por los alumnos en aprender se ve compensado con el mismo interés que ponen los profesores, por enseñar otros campos y materias en los que no estaban habituados.

Jose Moore

It is not lost on anyone that being retired is nothing more than a stage or, as Piaget classified, one more "stage" of our lives. Those of us who are entering the third part of maturity keep in our retinas the images of the old village taverns, where the pensioner spent his dead hours sitting on a stool, in front of an old wooden table, in front of the cup of wine.

His head touched with the faded black beret, wearing a no less faded corduroy suit, hanging from his waistcoat pocket the gold chain that held his wind-up watch.  In the mouth, a consumed butt is extinguished, to continue savoring the taste of tobacco, of the cigar rolled with special paper. In this way he kept his lips half closed, so as not to show the yellowed teeth and the hollows of those that were missing.

His face was furrowed with wrinkles, which hinted at the hard struggle of his working life in the fields, the factory or the sea. She hid behind glasses the eyes that most of the time captured the melancholy sadness of early widowhood or other vicissitudes of life.

He hid behind the cup of wine, which he held from time to time with his trembling fingers, twisted by an incipient osteoarthritis, yellowed by nicotine and bluish by the drops that fell from his cups, to put it back in its place, after he had taken a drink and resumed the game of cards once more.  with whom he played "tute" or "brisca", with other patrons in the same situation and sometimes joined by the tavern keeper himself.

In a nervous gesture, when a move went wrong, he would take off his beret, give it a touch of grace and put it back in its place, revealing a very white bald spot, which the best actors in fashion would like for their teeth.

On Saturdays and Sundays, the women also went to that village tavern, to play "parcheesi" or "goose" with their friends, to the dismay of their husbands, who were controlled and moderated the number of cups of wine they drank.

The incorporation of women into the world of work brought with it some social and family changes, in these changes retirees were involved, since they became a point of support for emancipated children, especially in the care of grandchildren or helping with their precarious pension so that their children,  could start in life. His life, therefore, was conditioned by these new obligations of family burdens.

Pero estos quehaceres extras, en sí, no llegaron para paliar el hueco dejado,

after an intense working life. The more active she was, the more abrupt the change was at the time of her retirement. Soon his new tasks became a routine, in which there was no room for creativity, so that, in many cases, he ended up in depression, which sometimes already began, shortly after entering his new reality.

Aware of this, the Council of Europe introduced in the 1960s the concept of lifelong learning for young people and adults, in order to create a new European society, to accommodate this reality in adulthood.

UNESCO did not remain on the sidelines and held International Conferences, aimed at the search for the implementation of rights, on Adult Education. Such as the Paris Conference in 1972, the Nairobi Conference in 1976 or the Lisbon Conference in 1997, where the foundations of adult education were laid.

The creation of the Ministries of Social Welfare, with its programs of Education, Sports, Culture and Travel, to fill the empty spaces of these retirees, since it is known that a person who enjoys leisure, removes or alleviates evils, especially of a psychological type, but also physical, in which more than ever the "mens sana in corpore sano" is contemplated.

In the military sphere, this has already been addressed by the U.S. Government, creating the Brotherhood of Veteran Soldiers, its rise and importance

It is such that today the Day of the Veteran of the Armed Forces, (November 11, San Martín) is considered a national holiday.

Another way of circumventing old age is to take an active part, in Neighborhood Associations, Choirs or other bodies, in which to keep the mind alive.

Cities are increasingly taking care to carry out urban infrastructures, aimed at this social good, such as tracks or routes, where they can go hiking, popularly called "the routes against cholesterol".

Like other universities, the University of Vigo did not want to be left out on this issue, and on June 23, 2005, thirty-five students over 55 years of age received their corresponding diplomas as members of the first class of senior graduates.

Since then, with more or less affluence, there have been different

promotions, of those who, either due to work needs, lack of opportunity, etc., did not have the opportunity to train at a University or to take subjects that were interesting to them, can be taken up again in adulthood, in faculties in which perhaps their grandchildren are also training, to soak up optimism, enthusiasm and the desire to live,  of the boys and girls who are forging the future in them, with whom at certain times, they also share the same classrooms.

The interest shown by the students in learning is compensated by the same interest shown by the teachers, in teaching other fields and subjects in which they were not accustomed.

Jose Moore

 

 

 

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