ALGIDO PASEO CAMPESTRE
Caía la tarde, cuando salí a pasear,
decidí caminar por los campos,
a las afueras de la aldea.
A cierta distancia, vi salir un humo blanco,
donde la jara mayea.
Me acerqué curioso a ver que la humareda,
vi un hombre viejo, enjuto y encorvado,
con una visible cojera.
Con un "bate" improvisado, arrancado de la maleza,
golpeaba y golpeaba el fuego,
con rabia y flaqueza, al tiempo que maldecía,
a aquel que había realizado,
esta infamia contra la naturaleza,
me acerqué apurando el paso,
las llamas cobraban más fuerza,
le imité con una rama,
para unirme a la tarea.
Pero solo sentíamos inutilidad, disgusto e impotencia,
lo que apagábamos por un lado,
por el otro cobraba más fuerza.
A nuestro punto llegó un vehículo militar,
dos soldados llegaron a nuestra vera,
con una radio patrulla, llamaron
a alguien para que viniera.
Les pedimos su ayuda,
pero respondieron ambos con tristeza,
que no les permitían hacerlo,
pues solo la UME, tiene esa competencia,
que ellos tienen otros cometidos
con la prohibición expresa,
de tener contacto directo,
con el fuego sea del tamaño que sea.
Para cuando llegaron al punto,
hombres, coches y mangueras
ya el fuego se había descontrolado,
tiñendo de rojo las nubes,
en la mayor de las hogueras.
JOSE MOORE 2025
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