INSENSIBILIDAD ANTE EL MAL EN EL MUNDO//INSENSITIVITY TO EVIL IN THE WORLD
¿Nos estamos insensibilizando ante el problema del mal en el mundo?
Estamos en un mundo tan sumamente globalizado, que las cosas se suceden sin solución de continuidad.
Lo que hoy es noticia de primera plana, a nivel mundial,
desaparece difuminada, sin dejar rastro, eclipsada por otra, a priori más impactante,
que la anterior.
Así sucede con las guerras del
mundo, cuando estas estallan, infinitas imágenes nos bombardean en los
noticiarios y rotativos, después parece como si se hubiesen acabado, pero
desgraciadamente no es así.
En las últimas décadas, vivimos grandes guerras algunas todavía latentes: Iraq, Afganistán, Líbano, Siria, Ucrania, Franja de Gaza, Yemen, Etiopía, Myanmar, Mali, Níger, Burkina Faso, Mozambique, Nicaragua, son ejemplo de ello a través del globo terráqueo. Una gran mayoría de la gente incluso no podría situar en un mapa, alguno de estos países.
¿Se acabaron esas guerras y
conflictos armados? Por supuesto que no, pero después del impacto que produjo
en su momento, dejo de ser noticia, como si perdiese valor.
Muchos de estos conflictos, son
los causantes de millones de desplazamientos, que huyen de la muerte o el
hambre, algunos quedan latentes, un tiempo, pero es una inestabilidad tan
grande, que cualquier chispa, la vuelve a recrudecer de nuevo, es como un “beguin
the beguine” (volver a empezar, como cantaba Frank Sinatra en uno de sus éxitos
y recreada más tarde por Julio Iglesias)
Incluso temas sumamente graves, quedan totalmente eclipsados por un éxito deportivo, una canción del verano o una película que se pone de moda.
En la cumbre de la NATO, celebrada en Washington del 9 al 11 de julio, fue designado oficialmente Secretario General de la Alianza el neerlandés Mark Rutte, que tomará las riendas el 1 de octubre, donde tiene que encarrilar la Alianza, en función de quien sea nombrado inquilino de la Casa Blanca, y de los países que no favorecen demasiado la unidad, como Hungría y Turquía.
Hoy más que nunca, el dinero y el
poder marcan la ruta a seguir de la gente, hasta el punto, de que queremos
llevar un tren de vida, para el que no estamos preparados, carecemos de
recursos y llegamos a ignorar al que no es capaz de seguir nuestro rumbo.
Jose Moore
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We are in
such a highly globalized world that things happen without a solution of
continuity.
This is what happens with the wars of the
world, when they break out, infinite images bombard us in the news and
newspapers, then it seems as if they have ended, but unfortunately it is not
like that.
In recent decades, we have experienced major
wars, some of which are still latent: Iraq, Afghanistan, Lebanon, Syria,
Ukraine, the Gaza Strip, Yemen, Ethiopia, Myanmar, Mali, Niger, Burkina Faso,
Mozambique, Nicaragua, are examples of this across the globe.
Many of these conflicts are the cause of millions of displacements, fleeing death or hunger, some remain latent, for a while, but it is such a great instability, that any
spark, the spark to intensify again, is like a "Beguín the beguine" (starting over, as Frank Sinatra sang in one of his hits and recreated later by Julio Iglesias)Even extremely serious topics are totally
overshadowed by a sports hit, a song of the summer or a movie that becomes
fashionable.
At the NATO summit, held in Washington from 9 to 11 July, the Dutchman Mark Rutte was officially appointed Secretary General of the Alliance, who will take the reins on 1 October, where he has to put the Alliance on track, depending on who is appointed occupant of the White House, and the countries that do not favour unity too much. such as Hungary and Turkey.
Today more than ever, money and power mark the
route for people to follow, to the point that we want to lead a way of life,
for which we are not prepared, we lack resources and we come to ignore those
who are not able to follow our course.
Jose Moore
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